Andrea Víctrix (en català)

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_KMV-dmnr_ / editor.: Destino / Encuadern.: Rústega + sobrec. / Colec.: L\'àncora / 1 ª edic. / Ciència ficció / ---> Premi Josep Pla 1973. En esta obra, como en las grandes distopías del siglo XX en Europa (las de Huxley, Orwell o Capek) asistimos a la lucha desigual entre un héroe romántico, que quiere detener el progreso, y la civilización maquinista, que quiere asimilarlo. El primero estará representado por el protagonista, un escritor mallorquín congelado en el año 1965 que se despierta en este futuro y no sabe como encontrar su lugar (imposible no ver al propio Villalonga), y el segundo por Andrea Víctrix, un andrógino de belleza embrujadora, el estandarte de este futuro, el ministro del Placer. De la mano de Andrea el protagonista conocerá este futuro y lo odiará, ya que se trata de un mundo donde se ha puesto patas arriba las normas clásicas: las radios, los televisores y los conocimientos por la imagen han arrinconado a las letras; la lírica y la novela están prohibidas, porque son las enemigas naturales de la cibernética; las Pastillas de soma de Aldous Huxley son el narcótico de la felicidad que ha suplantado el espíritu crítico y la inteligencia; existen pájaros mecánicos que sustituyen los reales, que mueren a manos de los fabricantes de radios; la moral sexual se ha subvertido hasta el punto que todas aquellas relaciones sexuales que antes eran consideradas aberrantes (el sadismo, el masoquismo, la sodomía) son ahora consideradas de buen gusto, y el amor convencional entre un hombre y una mujer es tenido por inmoral y detestable (en Turclub, donde el canon de belleza es la androgínia, se designa por homosexual el individuo que se siente atraído por un solo sexo). El protagonista, un congelado, deberá decidir si cede a la atracción ambigua que siente por Andrea (Si te gusto cómo soy no necesitas saber qué soy le dice el/ella) y queda del todo asimilado a los valores de este nuevo mundo, o bien se planta y le hace frente, alineándose al lado de aquellos disidentes que, como el doctor Orlando (un psicólogo discípulo de Freud que postula de manera revolucionaria que media hora de conversación puede dar más euforia que cualquier tranquilizante), pretenden retornar a los viejos valores. Con el asesinato del canario Pituso los acontecimientos se precipitan y los que, como Levi-Strauss, creen que se había llegado a un punto donde el progreso únicamente servía para compensar en parte los inconveniente que él mismo creaba, se levantan contra el poder y acaban con este modelo de sociedad. Tal vez era posible destruirlo todo para volver a comenzar, dice el protagonista.
Andrea Víctrix (en català)
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