Casa Rural La Graja
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A unos kilómetros de Madrid, regado por el Tajuña y la Historia, encontramos Chinchón, un noble pueblo castellano lleno de encanto y belleza. En las estrechas calles de la parte alta del municipio encontramos la casa rural "La Graja" una bonita casa labriega con mas de doscientos años de vida, totalmente restaurada y acomodada para disfrutar unos días de descanso.
La Graja", tiene 8 habitaciones, decoradas individualmente, llenas de encanto y conservando su estructura y paredes originales. Las viejas trojes para almacenar el grano y las vigas de madera han hecho que ninguna habitación sea igual al resto.
Esto no quita para que estén perfectamente acondicionadas, con baño, televisión, nevera, calefacción, aire acondicionado, conexión a internet...
Todas las habitaciones dan a la galería principal con unas excelentes vistas al patio, convirtiéndose en una acogedora sala común, ideal para la lectura, los juegos de mesa o la tertulia, igualmente comparte un comedor de desayunos donde la fruta fresca y la repostería casera hará si cabe más agradable la estancia.
Pero sin ninguna duda la joya de la casa es su patio porticado con las columnas del viejo palacio condal, destruido durante la invasión francesa de 1808, y reutilizadas para sostener las galerías de esta antigua casa. El color de las plantas, el trino de los pájaros y el rumor del agua hacen de este el lugar perfecto para pasar unos días empapándose de las costumbres, la historia y del buen hacer de las gentes de ese afamado y hospitalario pueblo.
Para mas información consultar en nuestra web www.lagraja.com
La Graja", tiene 8 habitaciones, decoradas individualmente, llenas de encanto y conservando su estructura y paredes originales. Las viejas trojes para almacenar el grano y las vigas de madera han hecho que ninguna habitación sea igual al resto.
Esto no quita para que estén perfectamente acondicionadas, con baño, televisión, nevera, calefacción, aire acondicionado, conexión a internet...
Todas las habitaciones dan a la galería principal con unas excelentes vistas al patio, convirtiéndose en una acogedora sala común, ideal para la lectura, los juegos de mesa o la tertulia, igualmente comparte un comedor de desayunos donde la fruta fresca y la repostería casera hará si cabe más agradable la estancia.
Pero sin ninguna duda la joya de la casa es su patio porticado con las columnas del viejo palacio condal, destruido durante la invasión francesa de 1808, y reutilizadas para sostener las galerías de esta antigua casa. El color de las plantas, el trino de los pájaros y el rumor del agua hacen de este el lugar perfecto para pasar unos días empapándose de las costumbres, la historia y del buen hacer de las gentes de ese afamado y hospitalario pueblo.
Para mas información consultar en nuestra web www.lagraja.com
